CUANDO RECIBIERON ORDENES DE MOSCU, LOS COMUNISTAS ALEMANES REBAUTIZAN A LOS SOCIAL DEMOCRATAS, COMO FACISTAS Y SE NIEGAN A ENTENDERSE CON ELLOS PARA CERRARLE EL PASO A HITLER
Eligio Damas
“cuando recibieron órdenes de Moscú, los comunistas alemanes rebautizan a los socialdemócratas, como social fascistas y se niegan a entenderse con ellos para cerrarle el paso a Hitler”. Moisés Moleiro
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La intención de la nota anterior no es calificar o identificar a nadie, sino poner de bulto un proceder inadecuado, muy frecuente entre nosotros, a la hora de evaluar las contradicciones. Y lo es más, si disuelta la URSS, el poder soviético, desaparecieron los “fundamentos sólidos” del mirar mi espacio desde lejos o hacer mía una visión lejana y ajena.
Es pertinente decir además que, “La estrategia de Trump, corre pareja a la de otros. Somos como un joven toro, excitado por “peones de brega”, observado desde los burladeros por los matadores, a quienes por algo llaman maestros, detectando nuestras mañas y querencias”.
El cuadro político venezolano no deja de ser complejo. Aunque son inocultables las dificultades que confrontamos en distintos ámbitos de la vida, como el tema salarial y las consecuencias que de ello se derivan. No solo esto afecta a los trabajadores, que ven mermados sus ingresos, sino también a los inversionistas en el área productiva, dado la depresión del consumo.
Y ese como anclaje y hasta disminución del salario que se manifiesta en lo concerniente a las prestaciones sociales, vacaciones y aguinaldos, tiene nocivos efectos en el crecimiento y desarrollo de la sociedad toda. El manejo salarial implica, tratar a los trabajadores de distinto nivel, de un modo que pareciera como inocular un paralizante. Lejos de estimular a los individuos a crecer, que es una efectiva forma de impulsar el crecimiento de la sociedad toda, se hace lo contrario. Eso pudiera ser opción de un momento, pero no una permanente, “hasta que San Juan baje el deo”, pues la falta de estímulo, por el presente y futuro, merma el respaldo, congela los sueños, deseos de crecimiento, multiplica la inconformidad y tiende puentes para que entren, no uno, sino miles caballos de Troya.
Es decir, el manejo salarial, por las razones que sean, todavía no bien comprendidas, dadas las expresiones discursivas de los grupos empresariales, donde manifiestan su disposición a llegar a acuerdos, de paso realizables, si nos despojamos de la ortodoxia, visiones de la heráldica, está afectando como ya dijimos, pero también en el ámbito sustantivo de la política; pues ese elemento multiplica la inconformidad de los venezolanos y genera un caldo de cultivo para las intenciones y prácticas de los factores que trabajan en función del injerencismo, intenciones violentas y guerreristas de Trump. Ese manejo nos hace un país sin futuro ante la percepción de las multitudes.
Pero al mismo tiempo que, se multiplican las dificultades e inconformidades por el asunto salarial, se deterioran en gran medida todos los servicios, por ese asunto mismo, la falta de estímulo e inversión. La salud y la educación, sin duda alguna, están hondamente afectadas. Hay versiones muy llamativas del mal rendimiento o muy baja calificación, al ser evaluados, de los alumnos que están ingresando a las universidades públicas. Los hospitales, donde los médicos, enfermeros y trabajadores todos, son víctimas de la política salarial, carecen de mucho de lo necesario para prestar un servicio acorde a las necesidades de quienes allí acuden.
Por supuesto, al buscar las causas de todo esto, bien sabemos de los efectos de las sanciones y, además, es pertinente, darle la importancia significativa de ellas en el deterioro de la economía, particularmente en el área petrolera. Pero también hay que revisar las políticas del Estado, las cuales están obligadas a acertar en medio de las dificultades. No podemos vivir lamentándonos por la conducta del contrario y explicar en ello solamente nuestro infortunio y desacierto.
La coyuntura mundial habla de un momento cuando distintas potencias capitalistas se disputan el control de los espacios y con ello de la economía. Por razones bastantes conocidas, dignas de discutir con pertinencia, despojándose de todo lo que se salga de los espacios de la realidad, como que el camino más agradable, donde tengo viejos amigos, me es intransitable, por lo que debo caminar un poco más y hacer mayores esfuerzos, dado que estamos inmersos en un serio conflicto; como que EEUU, con aliados venezolanos, no sólo en el exterior sino dentro de Venezuela misma, insertados entre la gente por la inconformidad de la que hablamos arriba, nos amenaza con invadirnos militarmente. Un sueño cultivado en la Casa Blanca desde hace mucho tiempo y que, ahora, por distintos motivos, como esa disputa mundial de la que hemos hablado, la disminución de las reservas mundiales de petróleo y la abundancia de este dentro de nuestro espacio, tomó nuevo impulso, más cuando dentro de factores de la oposición, hay quienes eso solicitan, justifican y pretende moralizar.
Es cierto, no hay la menor duda que, la oposición que reclama haber ganado las elecciones el 28J, ha incurrido en un nuevo y descomunal error, el de estimular a Trump con invadirnos, para lo que ofrece su respaldo y hace esfuerzo para ganar apoyo. Y ha sido un error porque el venezolano mayoritario, por distintas razones, nada difíciles de entender, ha rechazado semejante desatino. Grandes, amplios factores de la oposición misma que el 28J participaron unidos en las elecciones presidenciales, se han deslindado hasta de manera radical y por demás áspera, de quienes incitan a Trump para que use su fuerza militar para invadirnos y provocar una guerra de enorme magnitud, tanto que, según lo que podemos apreciar, pudiera involucrar a Colombia y a otros países más.
La gestión opositora ante Trump y el despliegue, por orden de éste, de fuerzas militares en el Caribe, hasta ahora ha dejado varios muertos, contrabandistas de drogas o no, lo que de por sí no sólo es una agresión a los caribeños y una violación del derecho internacional y de las víctimas, pues se parte de supuestos y se somete a penas no establecidas en las leyes y contrarias a la condición humana. Sin obviar que, los tales contrabandistas, no son más que pobres parias, agentes a sueldos de los grandes capos que pudieran merodear los espacios de quienes dictan esas órdenes de ejecución.
Y ese accionar, hasta ahora, se ha vuelto como un boomerang contra Trump, dentro de los EEUU, tanto que, hasta Hilary Clinton, se vio obligada a denunciar eso como una violación a los derechos humanos y una incitación a la guerra. Y es evidente que, en muchas partes del mundo, tal gesto, amenaza o provocación, ha sido rechazado y condenado. Dentro de la oposición injerencista misma, aparte de los discrepantes dentro del espacio que acudió unido a las elecciones del 28J a los cuales aludimos arriba, quienes desde el inicio pusieron de manifiesto su discrepancia y hasta se distanciaron, cada día emergen nuevas voces contrarias a la invasión de fuerzas militares de EEUU. Por eso, no es extraño, nada sorprendente, se hable de cifras como del 93% de los venezolanos contrarios a esa injerencia y con ese carácter destructivo y mortal. Tanto ha resultado esto que, los principales voceros o portavoces de la agresión militar estadounidense, se han visto obligados a disimular su discurso.
Pero el gesto, la amenaza persiste; allí están todavía las fuerzas militares en el Caribe y Trump continúa con su discurso enrevesado y amenazante. No se ha decidido, pero usa la amenaza militar como un apoyo a lo que podría ser, hablando como Grenell, su despliegue diplomático. Últimamente amenazó con operaciones “en tierra de gran impacto”. Es decir, intenta obligar al gobierno de Venezuela, ya sancionado, acosado por las trabas de orden económico y financiero y de otros caracteres, a “dialogar, buscar acuerdos”, con la daga puesta a la garganta. Y esto, de por sí, aparte de otros factores, nada difíciles de detectar, dentro y fuera del gobierno, es también un grave riesgo para la soberanía y el futuro de Venezuela.
En medio de esas circunstancias, opción pertinente de los venezolanos ajenos a la injerencia, defensores a ultranza de los intereses y la moral venezolana, es buscar en lo inmediato, formas de acordarse para la defensa frente al agresor o quien intenta agredirnos y despojarnos de nuestros derechos y recursos.
En medio de esta conflictividad, se produce un gesto alentador y para mí de mucho significado y satisfacción, como una de las dos tomas de posición, ante las circunstancias, de parte del PCV.
Quizás, por lo enredado del cuadro nacional, los estados emocionales derivados del mal manejo de las contradicciones, circunstancia que pareciera contaminar a muchos, en el PCV, pareciera haber dos posiciones, en cierto modo diferentes. La primera, divulgada por un medio informativo independiente, atribuida a Yul Jabour, quien aparte de hacer críticas u observaciones al gobierno en muchas de sus fallas, como el asunto salarial, demandó “se construya una salida política a esta crisis”, como que se “se deben debatir los problemas presentes en la sociedad y evitar que se abra el cauce a una situación de violencia generalizada”.
El medio “Tribuna Popular”, del PCV, que lidera Figuera, al comentar las declaraciones de Jabour, sentenció, “El Partido Comunista de Venezuela (PCV) exigió a la administración de Nicolás Maduro la construcción de una salida política y soberana ante la creciente amenaza militar del imperialismo estadounidense en el Caribe y la región suramericana”.
Es obvio que, para él, lo primordial, emergente, es enfrentar la amenaza de invasión y guerra de parte de EEUU, lo que señaló a lo largo de sus declaraciones.
La segunda, divulgada según lo que pude observar, 24 horas después, extrañamente, el portavoz fue Carlos Lazo, quien como Jabour, alude a las agresiones de EEUU, pero pone énfasis en las dificultades a nivel interior y particularmente a un hecho acontecido en el Estado Bolívar en la zona minera.
Hay en ambas declaraciones, dos circunstancias muy particulares, dos son los voceros y una vino detrás de la otra, como con una intención deliberada de corregir la percepción primera. Lo que pudiera parecer como una significativa discrepancia en el seno de ese partido. La segunda, de Calos Lazo, se limita a hacer un enfoque, captura del acontecer y allí se queda. La primera, que pareciera ser desconocida por la segunda, hace un llamado, una propuesta, aunque tímida, pero pertinente ante lo que pudiera deparar el futuro.
Jabour, en sus declaraciones, puso énfasis en que dadas “las dificultades que sufrimos día a día y por las amenazas que hoy se ciernen sobre el país, se construya una salida política para esta crisis”.
Pero aparte de lo anterior, es urgente que, desde los factores de poder, se produzcan manifestaciones concretas, hechos que sirvan de fundamento para lograr la unidad que anhelamos.
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