EN EL GOBIERNO DE TRUMP HAY COMO UN "SAMPLEGORIO". UNA VAINA DICE GRENELLY OTRA MARCO RUBIO(Eligio Damas)
Fri, May 23 at 10:45 AM
En el gobierno de Trump hay como un “samplegorio”. Una vaina dice Grenell y otra Marco Rubio
Eligio Damas
¿Se explican las intimidades que, por serlas, de las negociaciones diplomáticas, entre Richard Grenell, representante de Trump y los del gobierno venezolano, diciendo que aquél se burla de estos y de nosotros todos? Me parece una manera muy ligera de evaluar lo que acontece. Más bien, creo, hay otras cosas.
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La palabra “samplegorio”, era muy usada en mi barrio. “Anoche, frente a la bodega de Catino, entre los borrachos se formó un samplegorio”. La reunión que hicimos fue un fracaso, terminó en un samplegorio”.
Samplegorio es pues un enredo, una confusión, una discusión de alto volumen, llena has de insultos que no conduce a nada. Y a mí, me fascina ese lenguaje, pues está lleno de belleza y fuerza narrativa.
En un lenguaje formal, vestido un tanto académicamente, cualquiera con pertinencia diría que, en el estrecho círculo de Trump, “hay serias y hasta profundas contradicciones”, que las hay de verdad y en abundancia. Y lo más llamativo es que, el presidente no sólo deja que se expresen o, para decirlo en el mismo lenguaje coloquial, se desahoguen, pues aparte que es su estilo, además le causa gracia, les permite que cada quien diga lo que le parece, para no generarse un problema, pues en el momento de decidir, el dará el golpe definitivo sobre la mesa y “cerrada la partida y quien no le guste que coja sus corotos y se vaya”. Además, en lo inmediato, no tiene a mano la maniobra definitiva. Mientras tanto cada quien diga lo que le parece, el presidente lo escucha y no objeta; genera esperanzas y mantiene el respaldo hasta que llegue el momento de cerrar la partida. Y entonces que cada quien coja su cachachá.
Desde el principio, el gobierno de Trump, su diplomacia, es un samplegorio que, en mi imaginación, no muy flexible, menos rica, tiene el tinte del mismo presidente. Pues él hoy amenaza a alguien y hasta va más allá, le aplica una sanción hasta lo estigmatiza y,
de inmediato, al día siguiente, dice algo en contrario; retira la sanción y le dedica unas palabras si no dulces, poéticas, pues Trump no es
el político al estilo de Pepe Mujica, pero sí destinadas a exculparse, pese no pida directamente disculpas, pues su egolatría no se
lo permite, pero si como queriendo decir, “eso lo dije por joder”, pese en verdad, es una demostración de lo que tiene adentro o para
seguir en lo coloquial, “en la mente".
Desde que Trump asumió por primera vez la presidencia, Grenell y Marco Rubio han pronunciado discursos opuestos sobre Venezuela. Ayer mismo, después de una reunión con representantes del gobierno venezolano, lo que Rubio no pudo desmentir, donde se acordó la liberación de un preso de nacionalidad estadounidense, Grenell, declaró “Trump ha sido muy claro en que no quiere hacer un cambio de régimen en Venezuela sino en cumplir lo mejor para EEUU y aquello que es mejor para los estadounidenses”.
Y esto no es más que una reiteración de lo que dijo antes, a pocos días de la toma de posesión de Trump, designado de manera especial por este para el manejo de las relaciones con Venezuela. Si esas declaraciones de Grenell, en verdad no fuesen o no estuviesen en coherencia con la estrategia de Trump, ya este le hubiese asignado esa responsabilidad a otro, al mismo Marco Rubio.
Y ese mismo día, un medio generalmente bien informado, dijo que a Chevron, le habían extendido su plazo de operaciones por dos meses más. Lo que es demasiado coherente con lo decidido en Barbados sobre el preso y lo expresado por Grenell. Además, este mismo confirmó esa información, alegando que Trump tiene planteado contener la influencia de China en Venezuela.
Como en la primera oportunidad que Grenell se reunió, en enero de este año con representación venezolana, ahora de nuevo vuelve a expresar lo mismo; lo que, según él, Trump tiene planificado con respecto a Venezuela. Es decir, repite lo dicho antes y es obvio que expresa lo que bien sabe. Y al lector no le cuesta nada entender que está siguiendo con apego lo que le han indicado.
Marco Rubio, hoy, después de las declaraciones de Grenell, como en enero, se pronunció en contrario de lo dicho por este. Pues “la portavoz del Departamento de Estado”, Tammy Bruce, ha declarado, “Puedo decirles que el secretario (Marco Rubio) publicó un tuit dejando clara nuestra postura sobre Chevron, cuya licencia vence en mayo”. https://www.costadelsolfm.org/2025/05/22/la-licencia-petrolera-pro-maduro-biden-para-chevron-vencera-el-27-de-mayo-y-no-hay-prorroga-dijo-marco-rubio/
Y agregó, “muchas personas involucradas en cada asunto pueden tener muchas opiniones», pero que no hay confusión al respecto”. Claramente, a quien nos remitimos es a aquellos con el poder de influir y que toman las decisiones»,
La portavoz de Marco Rubio, habló de “opiniones” y de quien, en verdad, “toman las decisiones”.
Lo anterior, de muestras del “samplegorio”, pero uno que pareciera haberse desatado entre lo que representa Grenell, quien ha sido encargado especialmente de manejar la diplomacia con Venezuela y esto pasa o incluye lo relativo a los negocios, particularmente lo inherente al asunto petrolero. Es muy difícil creer que Grenell, quien antes había dicho en distintas ocasiones que el problema con Venezuela había que manejarlo diplomáticamente, dadas que las acciones anteriores destinadas a tumbar al gobierno habían terminado en el más absoluto fracaso, no tenga el aval del presidente para decir lo que ha dicho.
Pero, además, es obvio que Trump, le ha dado al problema migratorio una importancia sustantiva, tanto que se ha generado serias confrontaciones, más allá de los sometidos a la amenaza de la deportación, detenidos arbitrariamente y hasta enviados a los campos de concentración de Bukele, en El Salvador. En gran parte de la población norteamericana tales medidas han sido objeto de repudio.
Y es muy significativo, pese el origen del personaje a quien ahora aludiremos, que la muy conocida y leída escritora chilena Isabel Allende, ha dicho “si la cosa se pone de color de hormiga tendré que irme, no quiero vivir en una dictadura o con un gobierno autoritario, por eso me fui de Chile”. "No quisiera volver a tener que empezar de cero –añadió–, pero si llega el momento, lo haré: no me siento tan vieja". https://www.aporrea.org/internacionales/n404872.html
Es decir, Trump ha tomado la decisión de enfrentar el problema migratorio, a su estilo, sin importarle el costo, como ganarse el rechazo de la opinión mundial, la interna y de personajes de mucha significación y resonancia de su país y de gente notable como la escritora chilena. Y sin duda, pese mucha gente hasta ahora ha cuidado de expresarse sobre ese asunto, en América Latina, en distintos espacios, es objeto de rechazo.
Entonces, al asunto petrolero, interés que "China no gane tanto espacio en Venezuela", está también relacionado con lo migratorio. Los venezolanos, hasta hace pocos años atrás, no mostraban interés desmesurado por abandonar su país, salvo para vacacionar o hacer estudios en universidades de alto nivel, en este último caso hablamos de una cifra insignificante. Pero a raíz de las sanciones, deterioro de la economía venezolana, en lo que, por supuesto hay responsabilidad del gobierno en temas como la corrupción desmedida, tal el caso de Tareck El Aissami y el mal manejo de algunos asuntos, una muy elevada cantidad de venezolanos se sumó a la eterna y vieja migración latinoamericana y mundial hacia EEUU.
Cualquiera sabe que la mejor, más práctica y efectiva manera de contener esa ola migratoria es recomponer la economía venezolana, levantando las sanciones y, ese duela decirlo, la del rentismo petrolero.
Trump, desde el final de su primer gobierno, más viendo lo acontecido durante el de Biden, llegó a la convicción, por muchas razones, que incluye el carácter del gobierno venezolano, que nada tiene de aquello que Obama llamó “amenaza inusual”, sabe que la vía para tener acceso al petróleo venezolano y ahora invertir la migración, sabe que lo por hacer es lo que viene diciendo Grenell, poner énfasis en la diplomacia, por lo que éste, por segunda vez, prueba que el el alto gobierno no se la ha impedido, expresa lo que el está segura que la Casa Blanca, tiene pensado sobre Venezuela.
Los deseos de Marco Rubio, fundamentados en su origen y sus sentimientos, no parecieran expresar realmente el interés de EEUU, que pudieran y parecieran orientar a Trump. Sólo que este espera el momento oportuno, cuando lo perciba conveniente. Más pesa en él, asegurarse del petróleo venezolano, por motivos por demás conocidos, el tema migratorio y "detener el avance de China", que los pensamientos y emociones de su jefe del Departamento de Estado. El 27 de mayo, es una fecha, pero el mundo sigue andando, seguro que, después de ella, habrán otros aconteceres.
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